Por Andreina Gutiérrez.
En este nuestro segundo año en Pandemia y de muchas formas aun “obligados” a quedarnos encerrados en casa, hemos visto el auge de las series, especialmente a través de las plataformas de streaming, en un intento por distraer a la población de esta inescrutable realidad a la que hemos sido sometidos. En este sentido, nos encontramos con una peculiar miniserie que como venezolanos, y más en pandemia, nos toca muy cercanamente y se nos hace demasiado pertinente.
“L'Enffondrement”, es el título de la miniserie francesa del año 2019, creada por el colectivo de cineastas independientes llamado Les Parasites, y que fue transmitido este año en febrero para Latinoamérica, por el canal de subscripción AMC. Consta de ocho capítulos de una duración máxima de 25 minutos cada uno, esto se debe a su gran apuesta de convertir cada capítulo en un plano secuencia.
La trama gira en torno al "colapso" de la sociedad a partir del desabastecimiento de recursos y servicios. El slogan de la miniserie es: “Si el mundo colapsara mañana, ¿qué sería de la sociedad y la realidad como la conocemos hoy?” Bueno, ¡los venezolanos podemos decir una o dos cosas al respecto!
La serie básicamente muestra cómo el desespero por sobrevivir cambia a las personas, desde las compras nerviosas, pasando por el caos de lograr poner combustible en los vehículos, hasta el robo de los insumos y medicinas en un ancianato.
La trama gira en torno al "colapso" de la sociedad a partir del desabastecimiento de recursos y servicios. El slogan de la miniserie es: “Si el mundo colapsara mañana, ¿qué sería de la sociedad y la realidad como la conocemos hoy?” Bueno, ¡los venezolanos podemos decir una o dos cosas al respecto!
La serie básicamente muestra cómo el desespero por sobrevivir cambia a las personas, desde las compras nerviosas, pasando por el caos de lograr poner combustible en los vehículos, hasta el robo de los insumos y medicinas en un ancianato.
- ¡SPOILERS! -
En el primer capítulo vemos a un grupo de personajes en un supermercado haciendo compras nerviosas, intentando armar un plan para llevarse la mayor cantidad de insumos posibles y luego irse lejos, escaparse de la inminente realidad. Lo primero que uno se pregunta es ¿cuántos días han pasado desde el inicio de este colapso? Es decir ¿cuántos días han pasado sin comida, sin agua? Y de hecho la primera imagen que nos muestran dice '2 días después' ¿después de qué exactamente? Intentan explicarlo con un televisor en el supermercado, alguien hace zapping y en todos los canales hay noticias relacionadas con lo “sucedido”, la mayoría tienen que ver con problemas ambientales. Luego vemos imágenes de un programa de entrevistas, alguien pelea, otro más desesperado intenta advertir sobre lo que “pasará”. Y ya sabemos cómo funciona: el miedo a un posible desabastecimiento hace que todo el mundo salga a comprar desesperado, generando de facto el desabastecimiento.
Entonces ¿podríamos decir que es una postura naive suponer que así va a actuar la gente? ¿De verdad pueden intuir en el Primer Mundo lo que es vivir “el colapso” en un plano social, económico, político, moral?, ¿Imaginar cómo vivir casi sin alimentos, sin energía eléctrica, sin gas, sin combustible, sin agua?, ¿Suponer cómo viviría el mundo el "colapso" con el advenimiento de la pandemia COVID-19?
Entonces ¿podríamos decir que es una postura naive suponer que así va a actuar la gente? ¿De verdad pueden intuir en el Primer Mundo lo que es vivir “el colapso” en un plano social, económico, político, moral?, ¿Imaginar cómo vivir casi sin alimentos, sin energía eléctrica, sin gas, sin combustible, sin agua?, ¿Suponer cómo viviría el mundo el "colapso" con el advenimiento de la pandemia COVID-19?
Los creadores de la serie evidentemente no podían prever lo visionaria que ésta sería, apenas un año después de su estreno. El primer capítulo de la serie nos recuerda las compras nerviosas de papel higiénico que se sucedieron en varios países alrededor del globo en los primeros meses de la cuarentena. En Venezuela ya habíamos pasado por eso años antes, pero ver cómo viven en el Primer Mundo el desabastecimiento, recreado en una serie de televisión, resulta cuando menos interesante y es que no se puede evitar hacer una mueca de sarcasmo e ironía viendo esta miniserie desde nuestro rincón caribeño y pseudo-socialista, en el que sobrevivimos (algunos no, lamentablemente) a una debacle sin precedentes en la historia republicana venezolana y latinoamericana, ¡y todo eso antes de la llegada del COVID-19!
La mayoría de las críticas en internet a “L'Enffondrement” la sitúan como una excelente reflexión acerca de un futuro distópico no muy lejano, otros piensan que los recursos visuales utilizados como la cámara en mano y por supuesto el plano secuencia, la hacen muy pretenciosa y exagerada. Pero supongo que la idea de los realizadores era generar en el espectador el acercamiento a la realidad con un recurso normalmente ligado al documental, así como el miedo posible de una situación cercana y a la vez aterradora.
La mayoría de las críticas en internet a “L'Enffondrement” la sitúan como una excelente reflexión acerca de un futuro distópico no muy lejano, otros piensan que los recursos visuales utilizados como la cámara en mano y por supuesto el plano secuencia, la hacen muy pretenciosa y exagerada. Pero supongo que la idea de los realizadores era generar en el espectador el acercamiento a la realidad con un recurso normalmente ligado al documental, así como el miedo posible de una situación cercana y a la vez aterradora.
Una característica interesante de la serie es la falta de elementos fantásticos; al ser de factura francesa, no existe esa visión hollywoodense espectacular ligada al cine de género (ciencia ficción, terror, etc), por lo que el tono es más bien realista, es algo que podría suceder, y que de hecho ya ha sucedido en otros momentos y lugares, por tanto ¿debieron los creadores de la serie investigar más a fondo para saber dónde se dio anteriormente ese tipo de “colapso” y cómo se manejó?, ¿Le habría dado más verosimilitud a la serie? ¿O son suficientes en sí mismos los diversos hechos extremos que relatan, desde los diferentes personajes de diversas clases sociales, profesiones y posiciones en la sociedad?
Uno de los capítulos que me resultó particularmente confuso, se sucede en una planta nuclear, me recordó mucho a la extraordinaria miniserie “Chernobil” de HBO; aparentemente se da la explosión de un reactor nuclear, algo muy difícil de resolver y simplemente todos huyen. Es la historia menos personal, pero irónicamente es la que presenta el problema más complejo y que dejará consecuencias más graves a largo plazo en el universo de la serie. Quizás la idea era hacernos pensar en un futuro más oscuro en donde el problema de los personajes ya no solo sería el de encontrar comida o llenar el tanque de combustible, sino de sobrevivir a la contaminación nuclear. Un escenario definitivamente mucho más complejo.
Uno de los capítulos que me resultó particularmente confuso, se sucede en una planta nuclear, me recordó mucho a la extraordinaria miniserie “Chernobil” de HBO; aparentemente se da la explosión de un reactor nuclear, algo muy difícil de resolver y simplemente todos huyen. Es la historia menos personal, pero irónicamente es la que presenta el problema más complejo y que dejará consecuencias más graves a largo plazo en el universo de la serie. Quizás la idea era hacernos pensar en un futuro más oscuro en donde el problema de los personajes ya no solo sería el de encontrar comida o llenar el tanque de combustible, sino de sobrevivir a la contaminación nuclear. Un escenario definitivamente mucho más complejo.
Pero es el nerviosismo de lo inminente lo que parece impulsar el comportamiento de los personajes, que tratan de resolver una situación del momento, del ahora; una fórmula que se repite con diferentes matices en casi todos los capítulos, una situación específica de lo que “podría pasar” que termina por no mostrar lo que sea que está pasando. Todos tienen miedo y nadie quiere acostumbrarse y naturalizar esa situación, pero ¿de cuál situación hablamos en realidad?
En un capítulo han pasado 45 días desde el 'colapso', y ya hay una comuna hippie que vive cerca de un río, utilizan el trueque, siembran y tienen una estructura social muy específica. ¿Cómo es posible que en mes y medio la gente ya viva como en una tribu indígena? Se entendería luego de una catástrofe natural de gigantescas proporciones, algo espectacular precisamente como lo que hacen en Hollywood, pero en este caso resulta inverosímil, exagerado y por momentos incluso hilarante de manera involuntaria. Pareciera un intento más por imponer la visión progresista y anticapitalista imperante en Europa: ¡Sobreviviremos solo volviendo a las cavernas! En efecto algunos críticos han tildado la serie de propaganda socialista, lo que a mi entender es una discusión estéril, pero la mera suposición de lo que sería vivir sin recursos, lleva a los guionistas de la serie a respaldar esta tesis y a recrear una situación similar.
En un capítulo han pasado 45 días desde el 'colapso', y ya hay una comuna hippie que vive cerca de un río, utilizan el trueque, siembran y tienen una estructura social muy específica. ¿Cómo es posible que en mes y medio la gente ya viva como en una tribu indígena? Se entendería luego de una catástrofe natural de gigantescas proporciones, algo espectacular precisamente como lo que hacen en Hollywood, pero en este caso resulta inverosímil, exagerado y por momentos incluso hilarante de manera involuntaria. Pareciera un intento más por imponer la visión progresista y anticapitalista imperante en Europa: ¡Sobreviviremos solo volviendo a las cavernas! En efecto algunos críticos han tildado la serie de propaganda socialista, lo que a mi entender es una discusión estéril, pero la mera suposición de lo que sería vivir sin recursos, lleva a los guionistas de la serie a respaldar esta tesis y a recrear una situación similar.
Los episodios parecen estar ordenados de menor a mayor angustia, a medida que pasa el tiempo y la situación empeora, aparece el egoísmo, el individualismo. Al parecer el comportamiento civilizado de los protagonistas depende exclusivamente de la comodidad en la que viven, del acceso ilimitado a recursos y servicios. Ya sabemos que todas las sociedades industrializadas dan por sentado sus bienes, tanto los recursos naturales como los materiales. Y claramente la serie busca analizar el comportamiento humano ante estas situaciones, pero parece fallar con sus reflexiones superficiales en muchos de estos aspectos.
Los venezolanos que viven en el extranjero suelen quejarse, entre otras muchas cosas, de lo difícil que es hacerle entender a los nativos sobre lo que sucede en nuestro país, más allá de posturas políticas, y con esta serie podemos llegar a comprender lo impensable que podría llegar a ser para los “primer-mundistas” sobrevivir al desabastecimiento, a la falta de servicios básicos, a la falta de orden, la falta de Estado.
Hay toda una corriente de pensamiento acerca del fin del mundo, la "colapsología", que habla precisamente del derrumbe de la civilización por muchas razones, las cuales pueden incluir desde desastres ambientales, guerras nucleares, pandemias y algunos hasta se aventuran a incluir un ¡apocalipsis zombie! y una rápida búsqueda en internet, mostrará miles de guías y panfletos sobre cómo sobrevivir a un evento tan absurdo como el apocalipsis zombie, sin embargo muchos de sus puntos resultan más realistas que los planteados por la miniserie francesa. Como “Los Preppers”, un grupo de gente paranóica y obsesionada con el fin del mundo, quienes se preparan y se sobre abastecen de insumos para un, ya hoy no tan hipotético, encierro permanente. Quizás los creadores de “L'Enffondrement” debieron tomar más en cuenta alguna de estas teorías extremas. Pero optaron solo por centrarse en el miedo primario y en la pregunta epidérmica de ¿qué pasaría si te faltara esto o aquello?
A lo mejor el problema tiene que ver con la escogencia estética del plano secuencia, hecho con cámara en mano, a través del cual solo se puede contar una historia individual, muy específica, ¿reaccionaria?, que pueda ser desarrollada completamente en solo una toma de 25 minutos de duración. Las preguntas y los problemas planteados entonces se hacen muy limitados porque deben ser contestados directamente y de una sola vez. Una forma conceptual que a mi parecer termina por ir en detrimento del fondo. ¿Quién realmente sobrevive en una situación auténtica de desabastecimiento? Solo aquellos que estén verdaderamente preparados, aún sin saberlo, ciertas profesiones y oficios serían más útiles; pero es obvio que los productores de esta serie no buscaban hacer un manual de supervivencia de ningún tipo, solo presentan un caos, donde el miedo y la desesperación son libres y eso es todo. Pero ¿qué hay del gobierno, las fuerzas policiales/militares, la comunidad internacional? De nada de esto se nos habla en “L'Enffondrement”, nada más allá de la naturaleza humana mostrando lo peor de sí misma para sobrevivir.
¿Recordamos los venezolanos cómo fue el primer día del desabastecimiento? ¿Existió tal primer día, o fue sucediendo poco a poco hasta que notamos los anaqueles vacíos? ¿El desabastecimiento realmente se puede dar de un día para otro? ¿Recordamos exactamente cómo y cuándo empezó nuestro “colapso”?
En el último capítulo nos muestran el inicio, los días anteriores al ¿estallido social? Se trata del programa de entrevistas que vimos en el televisor del supermercado en el primer capítulo. Un grupo de ecologistas radicales se infiltra en el programa en el que es entrevistada la ministra de ambiente de Francia, el líder del grupo está visiblemente alterado, e intenta advertir a todos los presentes “sobre lo que viene”, como si se tratara de un tsunami que arrasará con todo y llegará tan solo en unos minutos. Un peligro misterioso, elusivo, que el propio profeta del desastre es incapaz de explicar a los presentes y a los televidentes, razón por la cual recibe una risotada colectiva y es arrestado.
Los venezolanos que viven en el extranjero suelen quejarse, entre otras muchas cosas, de lo difícil que es hacerle entender a los nativos sobre lo que sucede en nuestro país, más allá de posturas políticas, y con esta serie podemos llegar a comprender lo impensable que podría llegar a ser para los “primer-mundistas” sobrevivir al desabastecimiento, a la falta de servicios básicos, a la falta de orden, la falta de Estado.
Hay toda una corriente de pensamiento acerca del fin del mundo, la "colapsología", que habla precisamente del derrumbe de la civilización por muchas razones, las cuales pueden incluir desde desastres ambientales, guerras nucleares, pandemias y algunos hasta se aventuran a incluir un ¡apocalipsis zombie! y una rápida búsqueda en internet, mostrará miles de guías y panfletos sobre cómo sobrevivir a un evento tan absurdo como el apocalipsis zombie, sin embargo muchos de sus puntos resultan más realistas que los planteados por la miniserie francesa. Como “Los Preppers”, un grupo de gente paranóica y obsesionada con el fin del mundo, quienes se preparan y se sobre abastecen de insumos para un, ya hoy no tan hipotético, encierro permanente. Quizás los creadores de “L'Enffondrement” debieron tomar más en cuenta alguna de estas teorías extremas. Pero optaron solo por centrarse en el miedo primario y en la pregunta epidérmica de ¿qué pasaría si te faltara esto o aquello?
A lo mejor el problema tiene que ver con la escogencia estética del plano secuencia, hecho con cámara en mano, a través del cual solo se puede contar una historia individual, muy específica, ¿reaccionaria?, que pueda ser desarrollada completamente en solo una toma de 25 minutos de duración. Las preguntas y los problemas planteados entonces se hacen muy limitados porque deben ser contestados directamente y de una sola vez. Una forma conceptual que a mi parecer termina por ir en detrimento del fondo. ¿Quién realmente sobrevive en una situación auténtica de desabastecimiento? Solo aquellos que estén verdaderamente preparados, aún sin saberlo, ciertas profesiones y oficios serían más útiles; pero es obvio que los productores de esta serie no buscaban hacer un manual de supervivencia de ningún tipo, solo presentan un caos, donde el miedo y la desesperación son libres y eso es todo. Pero ¿qué hay del gobierno, las fuerzas policiales/militares, la comunidad internacional? De nada de esto se nos habla en “L'Enffondrement”, nada más allá de la naturaleza humana mostrando lo peor de sí misma para sobrevivir.
¿Recordamos los venezolanos cómo fue el primer día del desabastecimiento? ¿Existió tal primer día, o fue sucediendo poco a poco hasta que notamos los anaqueles vacíos? ¿El desabastecimiento realmente se puede dar de un día para otro? ¿Recordamos exactamente cómo y cuándo empezó nuestro “colapso”?
En el último capítulo nos muestran el inicio, los días anteriores al ¿estallido social? Se trata del programa de entrevistas que vimos en el televisor del supermercado en el primer capítulo. Un grupo de ecologistas radicales se infiltra en el programa en el que es entrevistada la ministra de ambiente de Francia, el líder del grupo está visiblemente alterado, e intenta advertir a todos los presentes “sobre lo que viene”, como si se tratara de un tsunami que arrasará con todo y llegará tan solo en unos minutos. Un peligro misterioso, elusivo, que el propio profeta del desastre es incapaz de explicar a los presentes y a los televidentes, razón por la cual recibe una risotada colectiva y es arrestado.
“L'Enffondrement” termina por presentar a la sociedad industrializada como frágil y al modelo económico-social capitalista, que tanto claman como fracasado e insostenible, como el pilar en el que se sustenta todo su modo de existencia y entonces cuando éste presenta fallas, la sociedad cae irremediablemente como un castillo de naipes. Y ¿qué queda en este contexto en que el gobierno y las corporaciones brillan por su ausencia? Solo caos, anarquía, desesperación y drama.
Cada uno de nosotros en Venezuela sabemos lo que tuvimos que hacer, y seguimos haciendo, para sobrevivir al desabastecimiento, al colapso de los servicios básicos -electricidad, gas, agua, combustible-, al quiebre de la economía, incluso a la falta casi absoluta del Estado en todo lo que deberían ser sus responsabilidades sociales. Pero nosotros, que conocemos claramente quienes son los responsables de todos nuestros infortunios, estamos de este lado de la pantalla, en el árido ámbito de la realidad del tercer mundo.
Entendemos claramente que la falta de información en el argumento de L'Enffondrement” es una escogencia estética de sus realizadores, pero creemos que es precisamente información lo que la serie necesita para hacerse verosímil y para funcionar de mejor manera a nivel argumental, una explicación mínima que nos haga entender a los espectadores acerca de este hecho terrible, colosal, capaz de generar tan rápidamente la caída de la sociedad Francesa, en las garras de la desesperación y la tragedia. Esto, por supuesto, a menos que el espectador decida conformarse con un espectáculo entretenido, pero estéril, que gira esencialmente alrededor del "sálvese quien pueda".
Cada uno de nosotros en Venezuela sabemos lo que tuvimos que hacer, y seguimos haciendo, para sobrevivir al desabastecimiento, al colapso de los servicios básicos -electricidad, gas, agua, combustible-, al quiebre de la economía, incluso a la falta casi absoluta del Estado en todo lo que deberían ser sus responsabilidades sociales. Pero nosotros, que conocemos claramente quienes son los responsables de todos nuestros infortunios, estamos de este lado de la pantalla, en el árido ámbito de la realidad del tercer mundo.
Entendemos claramente que la falta de información en el argumento de L'Enffondrement” es una escogencia estética de sus realizadores, pero creemos que es precisamente información lo que la serie necesita para hacerse verosímil y para funcionar de mejor manera a nivel argumental, una explicación mínima que nos haga entender a los espectadores acerca de este hecho terrible, colosal, capaz de generar tan rápidamente la caída de la sociedad Francesa, en las garras de la desesperación y la tragedia. Esto, por supuesto, a menos que el espectador decida conformarse con un espectáculo entretenido, pero estéril, que gira esencialmente alrededor del "sálvese quien pueda".
Tan conmovedor y estremecedor este merecumbé
ResponderEliminarEl merecumbé está muy bien priorizado como una problemática social, económica, política y moral, sin restar responsabilidad a nadie.
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