Por Sergio Marcano.
Las plantas son más habilidosas de lo que pensamos con frecuencia, si hacemos un poco de memoria, recordaremos que son ellas las responsables del extraordinario proceso químico que nos permite tener aire para poder respirar en el planeta tierra (la fotosíntesis)
El nacimiento de sus primeras formas de vida (las algas) data de al menos 2.000 millones de años, y las primeras plantas terrestres tienen al menos unos 500 millones de años. los mamíferos nacieron mucho después; tienen tan solo 65 millones de años evolucionando en el planeta, y en ese grupo los homo sapiens, los seres humanos, somos aun más jóvenes, ya que tenemos solo unos 200.000 mil años es decir, somos al menos unos ¡435 millones de años mas jóvenes que las plantas!–. Son ellas además la forma de vida más grande y extendida de nuestro planeta, y, como si fuera poco, son las encargadas de producir buena parte de lo que comemos (de lo que comen los animales), de lo que vestimos, cura nuestras enfermedades, etc.
A lo largo de la historia el cuestionamiento acerca de si esta forma de vida posee inteligencia, ha generado los más acalorados debates en los círculos de biólogos alrededor del mundo; sin ser un especialista en el tema, solo puedo suponer que si las plantas no manejasen diferentes formas de inteligencia no habrían logrado sobrevivir por tantos millones de años; ni creado en ese tiempo la inmensa variedad de relaciones simbióticas que podemos observar en todos los ambientes y ecosistemas en los que echaron sus raíces y prosperaron.
En la literatura, el cine, la televisión y el comic, está discusión también parece haberse inclinado hacia la teoría de la existencia de la inteligencia de las plantas; estos silenciosos y enigmáticos seres vivos que aun sin poseer formas físicas ligadas de ninguna manera con el mundo animal (picos, garras, materia gris) –sean terrestres, creados en un laboratorio o vengan del espacio exterior– siempre terminan por sorprender a los más soberbios e ingenuos personajes a los que se enfrentan en el universo de la ficción.