Por Sergio Marcano
– Dos influyentes concepciones literarias –
La entrada al infierno según describe el poeta Italiano Dante Alighieri en una de las obras magnas de la literatura mundial “El Infierno” –el primer libro de “La Divina Comedia” (1321)– está ubicada en una cerrada selva, al final de un valle, en un camino que es descrito como sombrío e impracticable. Las siguientes palabras están grabadas con letras negras sobre la puerta:
“Per me si va ella cittá dolente --- Por mí se llega a la ciudad doliente;
Per me si va nell’eterno dolore --- Por mí se va al dolor eterno,
Per me si va tra la perduta gente --- Por mí se va a la gente perdida.
Giustizia mosse il mio alto fattore --- Dictó mi autor su fallo justiciero
Fecemi la divina potestante --- Me creó la divina potestad
La somma sapienza e il primo amore --- La Suma sabiduría y el primer Amor
Dinazi a me non fur cose créate, --- Antes de mí no hay cosa creada,
Se non eterne, ed lo eterno duro: --- Nada fue antes que yo, sino lo eterno
Lasciate ogni speranza, voi che entrate --- Dejad toda esperanza ustedes que entran”
El infierno en esta cosmogonía es una gran cueva que se formó como consecuencia de la caída de Lucifer del cielo, en el momento de su expulsión de la gracia Divina; un lugar que se expande físicamente hasta el centro de la Tierra.
El cosmos de la Divina Comedia representa un
modelo aristotélico simplificado en donde la
Tierra permanecía quieta en el centro del universo
y los astros eran transportados por esferas materiales
cristalinas y transparentes. Según Aristóteles, la
Tierra estaría rodeada por tres esferas sucesivas:
de agua, de aire y de fuego. El conjunto de la Tierra
y estas esferas elementales constituían el llamado
mundo sublunar, más allá del cual se ubicaban las
esferas de los planetas.
La cosmología de la Divina Comedia
El universo medieval representado en
La Divina Comedia de Dante
Entre 1480-90 Sandro Boticelli pinta un mapa detallado de la topografía Infernal descrita por Dante. Un espacio de forma cónica y 9 círculos que se hacen más pequeños mientras se acercan al centro de la Tierra.
Esta obra literaria plantea un viaje a las entrañas de la Tierra y que construye poco a poco un relato lleno de detalles terroríficos de diferentes tormentos y torturas; así como de los parajes geográficos más sórdidos y perversos que mente humana alguna pudiera llegar a concebir para hacer pagar con dolor y sufrimiento las ofensas de los pecadores.
Poco a poco en el interior de este lugar tenebroso conoceremos el padecimiento de masas innumerables de lujuriosos que son arrastrados de manera inclemente por un torbellino de vientos infernales; a iracundos que se golpean y se desgarran con los dientes entre sí; a aduladores que nadan y se sumergen en ríos de excrementos; tumbas de fuego para los herejes; ríos de sangre hirviente para los tiranos que se atiborraron de sangre y de rapiña; suicidas que son condenados a renacer y a vivir como árboles; lluvias de fuego sobre los blasfemos, y un gran etc.
Un libro lleno de imágenes perturbadoras que aún hoy en nuestro mundo contemporáneo puede causar un profundo impacto emocional al lector sensible. Una característica contundente que te hace comprender con claridad en que cosiste la vigencia y universalidad de su narrativa.
Un grado de exaltación emocional que puede alcanzar el paroxismo si se realiza su lectura con la edición que contiene las detalladas y asombrosas ilustraciones realizadas en el siglo XIX por el ilustrador francés Gustave Doré. Unos grabados llenos de dramatismo, tan detallados y con una sensibilidad plástica tan aguda que cada uno de ellos funciona como un prisma que magnifica y hace mucho más cercano lo descrito en las, ya de por sí gráficas, palabras de Dante Alighieri.
“En medio de las tinieblas que allí reinaban,
se oían lamentos y profundos aullidos,
que desde luego me estremecieron. La diversidad
de hablas y horribles imprecaciones, los
gemidos de dolor, los gritos de rabia y voces
desaforadas y roncas, á las que se unía el ruido
de las manos, producían un estrépito, que es el
que resuena siempre en aquella mansión
perpétuamente agitada”
(Alighieri. 1884 : 14)
Una obra en la que pueden encontrarse reminiscencias de “La Eneida” del poeta Romano Virgilio, en donde Eneas, el héroe épico, también realiza un viaje guiado por los distintos niveles del Inframundo y del que hereda además varios elementos del Hades imaginado por los griegos/romanos en sus obras clásicas. Hablamos de seres mitológicos, como el barquero Caronte, como el perro de tres cabezas Cerbero, Minos, el Juez del los Muertos, el Minotauro, la Gorgona, centauros, arpías, hidras, y un gran etc. Así como también mucho de su topografía, de la que comparten algunos de los ríos y lagunas.
Un libro que tuvo un impacto profundo en diferentes aspectos en su tiempo, como en el uso del italiano común para la escritura –en vez de Latín–, razón por la que su Dante Alighieri es considerado el padre del italiano. Pero además de esto, “La Divina Comedia” también influenció la manera de entender el humanismo, el cristianismo, con perspectivas ideológicas y conceptuales que aún tienen repercusión en la moral de nuestro tiempo.
de la Reforma Protestante, de 1265
a 1321. Dicho esto, en la "Divina Comedia",
Dante denunció la corrupción de la iglesia
Católica de su época: la decadencia económica
de la simonía, órdenes religiosas codiciosas,
fechorías sexuales del clero, la política de
maquinaciones del papado y las acciones no
cristianas en las que participaron. Por lo
tanto, de muchas maneras, Dante fue un
reformador en consonancia con el espíritu
de los protestantes del siglo XVI”
'Inferno' Unveils Obsession With Evil's Origins
En este Infierno, el noveno círculo, la cámara más profunda de castigo, justo en el centro de la Tierra, es un lugar congelado reservado para los traidores. Allí, hay dos prisioneros principales: Lucifer, el Ángel que se reveló contra Dios y todo el orden divino, que es descrito como un condenado entre la vida y la muerte, un gigante, deforme, con tres rostros y alas desproporcionadas como de murciélago; y Judas Iscariote, el infame discípulo que traicionara a Jesús, el hijo de Dios, por 30 monedas de plata, quién tiene medio cuerpo en una de las fauces de Lucifer.
“Esa alma más alta y más castigada que las otras,
-me dijo mi Maestro,- Es Judas Iscariote, y tiene
la cabeza dentro y las piernas fuera de la boca
que le atormenta”
(Alighieri. 188 : 228)
Un lugar lúgubre y desolado en donde, desafiando toda lógica espacialconcebible, está la estrecha puerta de salida, la cual, según la descripción del autor, está en el hemisferio del mundo contrapuesto a Jerusalén.
“Estuviste allí todo el tiempo que tardé en bajar;
más cuando me volví, penetraste por el punto
que de una y otra parte atrae á sí la gravedad
del globo. Ahora estás bajo el hemisferio
contrapuesto á aquel que cubre la extensa
tierra y bajo cuyo punto más alto se consumó
el sacrificio del Hombre que nació y vivió libre
del pecado y tienes los piés sobre la pequeña
esfera que forma la faz contraria de la Giudeca”
(Alighieri. 1884: 230)
(Alighieri. 1884: 231)
– EL PARAÍSO PERDIDO (1667) –
Es un poema épico, religioso, en el que se narra la rebelión de Satán, su caída de la gracia divina y su posterior venganza contra Dios. Una obra literaria considerada un clásico de la poesía del mundo y que perfila de manera acuciosa el imaginario de muchos acontecimientos solo mencionados en la Biblia, en lo que respecta al ordenamiento moral, del bien y del mal dentro del universo, así como las consecuencias de la desobediencia del ser humano.
Una narración con una estructura narrativa compleja, vasta, llena de pasajes imaginativos, cargados de epopeya y de drama, que también fue ilustrada acuciosamente por el prolífico ilustrador de libros francés Gustave Doré en el siglo XIX.
En el siguiente fragmento luego de perder en la revuelta contra Dios y el orden divino, Satán y su ejército de ángeles rebeldes, son lanzados al abismo infernal, un lugar inhabitado, inexistente hasta ese momento, al que tardan nueve días, cayendo a través del caos, para llegar.
“El Poder del Poderoso
Lo lanzó boca abajo llameando
Con horrible ruina, echando fuego.
A perdición sin fondo, a que viviera
En cadena irrompible y en el fuego
Pues retó al Poderoso a la batalla.
Nueve días y noches, según cuentan
El tiempo los humanos, con su tropa
En el lago feroz se revolcó.
Confuso aunque inmortal. Mas su destino
Más ira le reserva. El pensamiento
Del perdido gozar \ pena eterna
Lo atormentan. Sus ojos doloridos
Ven desánimo enorme y aflicción
Mezclados con orgullo impenitente.
Como es ángel, contempla en un segundo
La funesta y perdida situación.
Calabozo sombrío y circular.
Como un gran horno en llamas: de esas llamas
La oscuridad visible, no la luz
Mostraba sólo escenas de pesar.
Región sombría y triste en que la paz
No existe, ni el descanso, ni esperanza
Que a todos se nos da si no el tormento
Penetrante, el diluvio alimentado
Con un ardiente azufre inconsumible”
(Milton. 1988 : 16)
Doré realiza un exhaustivo registro pictórico de este momento.
(Milton. 1873 : 119) (Milton. 1873 : 115)
En esta cosmogonía existen tres niveles. El superior es donde está el Cielo donde viven Dios, su hijo y los Ángeles, el nivel intermedio es la Tierra; “El lugar feliz” (el Jardín del Edén) –creado justo después de la rebelión de Ángeles– en donde viven Eva y Adán, y el nivel inferior es el Infierno. Las siguientes son unas ilustraciones hechas por dos distintos autores, esquematizando gráficamente la composición de este universo.
David Masson (Gábor: 41) Thomas Orchard (Gábor: 42)
En este imaginario el Inframundo está concebido para ser una prisión para Satán y su ejército de Ángeles rebeldes. Una región sombría, triste, con llamas, azufre y metales preciosos y su ciudad capital recibe el nombre de Pandemónium.
Un espacio donde el autor afirma que no existe la paz, el descanso, ni la esperanza. Y que está cerrado con nueve puertas, colocadas una detrás de la otra. Una prisión de la que el inquieto Satán se liberará fácilmente, convenciendo a sus carceleras para dejarle salir.
“Al fin se muestra
La frontera infernal, horrible y alta.
Con rejas nueve veces: tres de bronce.
Tres férreas, tres de roca diamantina.
Incruzables. Ceñidas por el fuego
Sin consumir. Ante las rejas posan.
A ambos lados, dos formas formidables:
Mujer una. Hasta el pecho, muy hermosa.
Más su cola es de escamas y de pliegues
Voluminosos, vastos, sierpe armada
Con aguijón mortal. Por su cintura
Dan ladridos lebreles infernales
Con resonantes bocas de cerberos
La otra forma. Si es forma no tiene ninguna
Distinguible entre sus miembros o junturas
O sustancia”
(Milton. 1988 : 51)
(Milton. 1873 : 38) (Milton. 1873 : 63)
Una obra que rompió algunas reglas literarias al abandonar la rima para componer su poética y que también cuestionó el ordenamiento político y social de su tiempo.
“Paraíso Perdido... ... no se publicó hasta
después de la Restauración. Pero sus raíces
estaban en lo profundo de la experiencia radical de
1640-50 y en las transformaciones subsiguientes
en política y sociedad. Con su antihéroe, Satanás,
en rebelión defectuosa contra una monarquía
divina y todopoderosa, Paraíso Perdido revisita la
política de la última generación; sus protagonistas
son demasiado humanos, convirtiendo el Edén en
un mundo más difícil donde tienen que adquirir
nuevas y menos seguras formas de heroísmo,
adaptándose a una cultura en la que han cambiado
todos los aspectos familiares, las viejas certezas
públicas ahora se vuelven más privadas,
particulares y provisionales. Para Milton
y sus contemporáneos, 1660 fue un hito
que requería un replanteamiento completo de
supuestos y una reevaluación correspondiente
del lenguaje, tradiciones y formas literarias
apropiadas para la nueva era”
Paradise Lost
En el siguiente fragmento Milton nos cuenta el momento exacto de la primera salida de Satán del Infierno, el primer viaje a través del caos hasta el recién creado mundo “El Lugar Feliz”.
“A sus ojos se muestran de repente
Los secretos del fondo ceniciento.
Ilimitado océano sin fin.
Sin dimensión, donde ancho, largo y alto.
Tiempo y lugar, se pierden. Donde Noche
Y Caos, los abuelos de Natura.
Están en anarquía entre los ruidos
De guerra interminable, en confusión.
El frío y el calor, lo seco y húmedo
Pelean por mandar, llevando a guerra
Sus átomos de origen que, en banderas.
De facciones y en clanes diferentes.
Livianos o pesados, fuertes, suaves.
Se arraciman sin numero cual polvo
De Barca o de la tórrida Cirene.
Sobre vientos guerreros que así aploman
Sus más livianas alas. Quien más Ilesa
Gobierna unos instantes. Juzga el Cáos
Y al decidir embrolla más la guerra
Por la cual reina. Al lado un alto juez.
El Acaso, gobierna. Hacia este abismo
Seno o tumba de la Naturaleza
Que ni es costa, ni mar, ni aire, ni fuego
Sino todo mezclado en fértil causa”
(Milton. 1988 : 57)
De vuelta al infierno Satán y su hueste, ahora no de Ángeles, sino de demonios, planificarán una retorcida revancha contra el eslabón más débil del orden divino: Adán y Eva. Es entonces que Satán toma forma de serpiente y engaña a Eva para hacerla probar del fruto prohibido.
“¡Reina de todo el mundo! no te creas
Amenazas de muerte: Tú no mueres:
¿Por qué? ¿Por una fruta? ¡Si da vida
Y saber! ¿Por quien asusta? ¡Mírame!
He tocado y comido y tengo vida
De mayor perfección que la que el Hado
Quiso, pues me atreví a mejor destino.
¿Y va a negarse al hombre lo que a bestias
Se les da? ¿Es que Dios se va a indignar
Por falta tan pequeña, y no alabar.
Más bien, la audaz virtud de quien la pena
Amenaza de muerte -o lo que fuere-
No evitó por lograr lo que conduce
A ser feliz, sabiendo el bien y el mal?
Saber el bien es justo. El mal, si hay mal.
Se evitará mejor si se conoce”
(Milton. 1988 : 210)
Al enterarse de lo sucedido, Adán también decide comer del fruto prohibido porque prefiere renunciar a lo divino de su naturaleza, a su inmortalidad, antes que perder el amor de Eva. Y también se vuelve un ser humano.
¿Cómo vivir sin tí? ¿Cómo abstenerse
De tu dulce presencia y de tu amor
Viviendo en estos bosques solitarios,
Si Dios hace otra Eva y si yo mismo
Entrego otra costilla, tu vacio
Jamás se llenará. ¡No. No! Yo siento
El lazo natural: carne de carne
Tu. y hueso de mis huesos. De tu estado
Yo no me apañare en dolor o gozo"
(Milton. 1988 : 215, 216)
Es importante hacer una acotación antes de terminar esta muy breve revisión y es que, en la visión de Milton, una vez que Satán sale del Infierno las puertas de este lugar ya no volverán a cerrarse.
“La reja queda abierta:
Una hueste de flancos dilatados
Con banderas al viento pasaría
Con caballos y carros a distancia
Porque es ancha. Cual boca de algún horno
Expele humo creciente y llama roja.
A sus ojos se muestran de repente
Los secretos del fondo ceniciento.
Ilimitado océano sin fin.
Sin dimensión, donde ancho, largos alto.
Tiempo y lugar, se pierden. Donde Noche
Y Caos, los abuelos de Natura.
Están en anarquía entre los ruidos
De guerra interminable, en confusión”
(Milton. 1988: 57)
– CONCLUSIONES –
El Infierno en la cosmovisión de estos dos autores tiene ubicaciones radicalmente diferentes. En La Divina Comedia es un lugar físico debajo de la Tierra mientras que en El Paraíso Perdido está más bien ubicado en otra realidad dentro del mismo universo. Lo que nos hace inferir que el Infierno de Dante es un lugar al que cualquiera con el conocimiento exacto de su ubicación podría entrar (al igual que lo hacen el personaje de Dante o Eneas en la Eneida). Mientras que no podría suceder lo mismo con el Infierno de Milton.
Otra diferencia notable entre ambos libros; sería que en La Divina Comedia Lucifer es un prisionero encadenado en el último círculo del Infierno, un personaje pasivo entre la vida y la muerte, lloroso ¿lleno de arrepentimiento?; mientras que en El Paraíso Perdido, Satán logra burlar la seguridad divina, escapa de su prisión y realiza su venganza contra Dios y el orden Divino haciendo pecadores y mortales a Eva y a Adán.
Por otro lado el Infierno de Milton es un espacio recién formado, la caída de Satán y sus Ángeles acaba de sucederse, Eva y Adán apenas fueron expulsados de El Lugar Feliz y todavía no han tenido ninguna descendencia, por lo que aún no hay pecadores humanos en el infierno. Por el contrario, el Infierno de Dante es un espacio antiguo, lleno de multitudes de los más variados pecadores humanos, e incluso tiene en su haber seres mitológicos anteriores al mundo cristiano.
Lo que sí podemos afirmar que tienen en común ambas narraciones es un profundo deseo creativo por explorar la naturaleza humana y Divina presentada en el imaginario conceptual de los textos bíblicos que tienen como base argumental.
---
Muchas de estas interesantes ideas sobre la naturaleza del mal, sobre las motivaciones de los malvados religiosos del catolicismo (Lucifer, Satán, otros demonios y/o criaturas infernales); así como también de otras religiones, serán exploradas por el cine desde sus inicios y acerca de eso hablaremos extensamente en la tercera y última parte de esta investigación.
…
- BIBLIOGRAFÍA -
– ALIGUIERI, Dante: (1884) La Divina Comedia
Parte Primera: El Infierno. Ilustrada por: Gustave
Doré. Nueva traducción directa del italiano por
Don Cayetano Rosell. Montaner y Simón, Editores.
(Págs. 13, 14, 15, 29, 57, 80, 117,
193, 200, 227, 228, 230, 231)
– BRITANNICA: BUTLER. M. H.:
Paradise Lost
– ITTZÉ, Gábor: The Structure of Milton’s Universe:
The shape and unity of the world in Paradise Lost
(Págs. 41, 42)
– LOCKPORTSTREETGALLERY: Divine Comedy.
– MILTON, John:
-(1873) El Paraíso perdido. Ilustrada por: Gustave
Doré. Nueva traducción directa del italiano por Don
Cayetano Rosell. Montaner y Simón, Editores.
(Págs. 6, 13, 38, 63, 68, 73, 115, 119, 124, 173, 178, 242)
- (1988) El Paraíso Perdido. Versión de M. Álvarez
de Toledo. Universidad de Cádiz. (Págs. 16, 44, 51,
57, 210, 215, 216)
– NEWSARIZONAEDU: EVERETT-HAYNES:
'Inferno' Unveils Obsession With Evil's Origins
– GANGUI, Alejandro
La cosmología de la Divina Comedia
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