Por Sergio Marcano
En el periódico, la nueva dinámica de la relación entre David, Sandra y Leo se dejó ver sin medias tintas y sin complejos.
Almorzando juntos,
conversando animadamente en los pasillos,
riendo;
apoyándose celosamente, los unos a los otros, en las reuniones laborales en las que participaron;
llegando y yéndose del trabajo a las mismas horas.
Y por algunas semanas fueron el tema de conversación obligatorio de todos los que tenían vidas menos interesantes;
es decir,
de todos en el periódico.