Por Andreina Gutiérrez.
Muy aclamada por la crítica
cinematográfica mundial
y con una ingente cantidad de fanáticos que la
defienden a rabiar, la cinta Todo en todas partes a la vez “Everything
everywhere all at once”, es de las más bizarras
que se han hecho en los últimos años,
comprensible ya que sus directores Daniel Kwan y Daniel Scheimert son los
mismos de la película “SwissArmy Man” o “Un cadáver para sobrevivir”. Todo en todas partes... es ridículamente surrealista y pretenciosa al querer al querer presentar
una historia muy simple como la más compleja y
enrevesada posible.
Una pareja de origen chino a punto del divorcio, con una hija adolescente lesbiana, de pronto enfrentará a las fuerzas del mal venidas de otros universos, justo cuando están entregando los recaudos para pagar los impuestos y no perder su negocio de lavandería.
El absurdo y la exageración están a la orden pero la acción empieza tarde, la primera parte tarda demasiado en presentarnos a los personajes y el tipo de vida que llevan, lo que implica que comienza aburriendo y luego explota en un caos estético sin precedentes, sin embargo la verdadera historia es muy sencilla y mil veces contada: La clásica diatriba entre madre e hija adolescente. El conflicto entre la crisis de madurez de la madre, interpretada impolutamente por Michelle Yeoh, y la necesidad de la hija de ser reconocida en su sexualidad, la que por cierto es usada más bien como excusa narrativa para plantear la pelea entre ambas, empezando por el hecho de que su novia, presente durante todo el conflicto, es tratada como un mero objeto. El berrinche existencial adolescente es llevado a un extremo inclasificable.
Seguidamente tenemos el tema de los multiversos, tema muy en boga traído por Marvel pero que no es ninguna invención novedosa, ver por ejemplo la cinta El Único del año 2000, aquí realmente es llevado a la locura, con perdón del Dr. Strange. Los personajes deben acumular poderes a través de sus interminables versiones en los diversos universos donde existen, lo que les permitirá salvar no solo sus mundo, sino todos los mundos.
Todo termina siendo una decisión estética de los directores y guionistas sin ninguna otra justificación que no sea el exceso y el revoltillo de ideas. Uno de los personajes explica que para acceder a alguna de sus versiones deben realizar una serie de acciones incongruentes, ponerse los zapatos al revés, luego tocarse un brazo, luego lanzar papeles al aire y cosas por el estilo, y esa es precisamente la mejor manera de explicar lo que sucede en Todo en todas partes... una interminable sucesión de escenas llenas de absurdo rocambolesco que embotan los sentidos. Por momentos nos recuerda a la película de Zack Snyder "Sucker Punch" (2011), en la que unas jóvenes encerradas en un manicomio imaginan diversas realidades fantasiosas para sobrevivir mentalmente a verdadera y dura realidad que es terrible y trágica.
Pero en Todo en todas partes... las vidas de los protagonistas son comunes y aburridas, no están viviendo ninguna tragedia, no se justifica la barroca fantasía de ciencia ficción multiversal que se inventan para superar sus problemas familiares.
Igual pareciera plantear
sutilmente que todo ese exceso estético es parte
de la cultura oriental, pensemos en cintas como Kungfu-ción, pero no queda tan claro, amén de que vemos que los vestuarios que usan las diversas y malvadas
versiones de la hija, recuerdan a la estética
sobrecargada de estímulos
visuales de los videos de la cantante pop japonesa Kyary Pamyu. En el fondo la
desmesura exorbitante no tiene un verdadero asidero narrativo, lo que hace de
Todo en todas partes a la vez, aunado a sus dos horas y media de duración, una abrumadora y extenuante experiencia cinematográfica.
A pesar de todo se comprenden las numerosas nominaciones de esta cinta a los
Premios de la Academia, especialmente en las categorías de actuación, Michelle
Yeoh suena como la favorita para llevarse el Oscar a la Mejor Actriz pero es
Jamie Lee Curtis, en la categoría de Actriz
Secundaria quien hace un papel realmente llamativo, una villana imposible y a
la vez completamente lógica dentro
del confuso universo de la cinta.
me encantó...no había reparado en Snyder. Beso
ResponderEliminar:)
Muchas gracias! Saludos 😊
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